Garantizar la seguridad de aplicaciones web es importante tanto para las empresas como para los desarrolladores. La lista OWASP Top 10 es una guía crucial que destaca los peligros de ciberseguridad más comunes y urgentes de la actualidad.
¿Cuál es el propósito del OWASP Top 10?
El OWASP Top 10 es un informe extenso que identifica los principales riesgos de seguridad de las aplicaciones web para las organizaciones.
El OWASP (Open Web Application Security Project, Proyecto Abierto de Seguridad de Aplicaciones Web), en colaboración con un grupo de expertos en seguridad de todo el mundo, actualiza constantemente esta recopilación para describir nuevas amenazas. En el momento de escribir este artículo, la versión más reciente de este informe es la de 2021.
El objetivo principal del OWASP Top 10 es educar a desarrolladores, profesionales de seguridad y organizaciones sobre las debilidades de seguridad más comunes en las aplicaciones, para que así puedan tomar medidas proactivas que mejoren su seguridad.
Comprender el OWASP Top 10 es esencial para cualquier persona involucrada en el desarrollo e implementación de aplicaciones web. El informe no solo sirve como guía para identificar y abordar los riesgos de ciberseguridad, sino también como un marco para la implementación de medidas de seguridad moderna.
¿Cuáles son los tipos de ataques más frecuentes dirigidos a aplicaciones web?
La lista es extensa. Incluye fenómenos como los fallos de control de acceso o de autenticación, que permiten atacar sistemas con bajos niveles de protección, las configuraciones de seguridad predeterminadas o incompletas, o los casos en que las aplicaciones exponen información confidencial.
A través de medidas proactivas, el OWASP Top 10 desglosa la seguridad de las aplicaciones web y enfatiza la necesidad de mantenerse siempre alerta. La lista es una llamada de atención para que las organizaciones den importancia a los riesgos de seguridad de las aplicaciones y aborden las vulnerabilidades con urgencia.
Veámos ahora los 10 tipos de ataque más comunes de acuerdo con la lista OWASP:
1. Ataques de inyección SQL (Structured Query Language, lenguaje de código estructurado): En ellos, un atacante intenta ejecutar sentencias de SQL maliciosas insertándolas en un campo de entrada de una aplicación. Este ataque apunta a bases de datos que la aplicación utilice para almacenar, recuperar y manipular datos. A través de este tipo de ataque, el agresor puede obtener acceso a la base de datos y ver, modificar, eliminar o incluso crear nuevos datos.
2. Autenticación rota: Los ataques de autenticación rota se dirigen a las vulnerabilidades existentes en procesos de autenticación y gestión de sesiones de una aplicación web o sistema. La autenticación es el proceso de verificar la identidad de un usuario, dispositivo o entidad, generalmente a través de credenciales como nombres de usuario y contraseñas. Los atacantes pueden aprovechar fallos producidos cuando los mecanismos de autenticación se implementan o configuran incorrectamente, para hacerse pasar por usuarios legítimos y obtener acceso no autorizado a áreas sensibles de la aplicación o a los datos de dichos usuarios.
3. Exposición de datos confidenciales: No proteger adecuadamente la información confidencial, como datos financieros o información de identificación personal (PII), puede provocar la filtración de la misma, lo que también puede generar daños a la reputación de la empresa e incluso sanciones jurídicas cuando lleven a la vulneración de legislaciones como el GDPR (General Data Protection Regulation, Reglamento General de Protección de Datos) de Europa, o la HIPAA (Health Insurance Portability and Accountability Act, Ley de Portabilidad y Responsabilidad del Seguro Médico) de los EE. UU., entre otras alrededor del mundo.
4. Ataques XXE (XML External Entities, entidades externas XML): Los ataques XXE se dirigen a aplicaciones que analizan entradas XML. Esta vulnerabilidad se produce cuando un analizador XML mal configurado procesa una entrada XML que contiene una referencia a una entidad externa. Las entidades externas en XML se pueden utilizar para definir recursos externos mediante URI (Uniform Resource Identifier, identificador uniforme de recursos). Si un analizador XML no está configurado correctamente para procesar estas entidades sin las restricciones adecuadas, un atacante puede explotar esta función para realizar diversas actividades maliciosas.
5. Control de acceso roto: Se refiere al acceso no autorizado de atacantes a un sistema, normalmente causado por la explotación de un control de acceso mal implementado o configurado.
6. Configuraciones de seguridad incorrectas: Estas constituyen una de las vulnerabilidades más comunes, aunque también más fáciles de prevenir. Los atacantes pueden explotar las brechas cuando las configuraciones de seguridad se definen, implementan o mantienen incorrectamente. Una configuración incorrecta puede derivarse de una amplia gama de descuidos, como servicios innecesarios que se ejecuten en el sistema, cuentas predeterminadas con contraseñas antiguas, privilegios de usuario innecesarios o datos expuestos incorrectamente.
7. XSS (Cross Site Scripting, secuencia de comandos en sitios cruzados): Ataque de inyección que consiste en inyectar scripts maliciosos en el contenido de una aplicación que los usuarios reconocen como fuente confiable. Los scripts se ejecutan cuando el contenido es visto por los usuarios, lo que puede comprometer la confidencialidad, integridad o disponibilidad de sus datos, así como el funcionamiento de la aplicación.
8. Deserialización insegura: La serialización convierte un objeto en un determinado formato de datos para su almacenamiento o transmisión, la deserialización convierte esos datos otra vez en dicho objeto. Estos ataques se producen cuando una aplicación deserializa datos de fuentes no confiables sin una validación suficiente, lo que permite agresiones como la ejecución de código malicioso o ataques DDoS, entre otros.
9. Uso de componentes con vulnerabilidades conocidas: Los atacantes pueden explotar problemas conocidos para comprometer el sistema cuando componentes de terceros en las aplicaciones no se actualizan o parchean. Ejemplos conocidos de este tipo de amenaza son las vulnerabilidades Log4j de 2021, la puerta trasera de XZ utils en 2024 y los ataques de bypass de WAF attacks.
10. Registro y monitoreo insuficientes: Las capacidades deficientes de registro y monitoreo obstaculizan los esfuerzos de detección y retrasan la respuesta a incidentes, lo que también aumenta los efectos de las violaciones de seguridad.
Estos diez riesgos de seguridad de aplicaciones web destacan la importancia de una acción proactiva, para mantener la integridad de los activos digitales contra la dinámica de evolución constante de las amenazas.
¿Qué recursos y herramientas ofrece OWASP para mejorar la seguridad de las aplicaciones web?
OWASP brinda numerosas herramientas y resources para ayudar a las organizaciones a comprender, identificar y mitigar cualquier posible riesgo relacionado con la seguridad y confidencialidad de la información. Estas incluyen documentación completa, junto con herramientas de código abierto para desarrolladores.
La disponibilidad de dichos materiales demuestra el compromiso de OWASP para mejorar la seguridad de las aplicaciones web. Con su ayuda, los especialistas en ciberseguridad pueden realizar evaluaciones exhaustivas sobre los niveles de defensa de los sistemas. Estos recursos están a disposición para cualquiera que quiera que sus aplicaciones resistan los ataques de los cibercriminales.
¿Cuáles son las mejores estrategias para combatir las amenazas de ciberseguridad?
Tratar los riesgos descritos en el OWASP Top 10 requiere una combinación de esfuerzos. Por ejemplo, implementar controles de acceso adecuados con mecanismos de autenticación sólidos, actualizar y parchear el software con regularidad, o adoptar estrategias como la de “security first”, que también ayuda a los desarrolladores a reducir los errores de codificación ya desde la etapa de diseño de la aplicación. Otra forma eficaz de mitigar los riesgos de seguridad es utilizar un Web Application Firewall (WAF). Un WAF puede proteger las aplicaciones y API bloqueando el tráfico malicioso que llega a ellas desde Internet. Al seguir pasos como estos, las organizaciones pueden posicionarse mejor contra las cyberamenazas, proteger la información de identificación personal (PII) y mantener la confianza del usuario.
Otras estrategias efectivas de mitigación son:
- Prácticas de codificación segura e implementación de enfoques de validación de inputs, para prevenir ataques de inyección y vulnerabilidades XSS.
- Uso de mecanismos de autenticación y rutinas de gestión de sesiones sólidos, para evitar inicios de sesión no autorizados o el secuestro de cuentas.
- Cifrado de datos confidenciales durante su transmisión o en reposo, para reducir la probabilidad de fugas de información.
- Actualizaciones periódicas de los componentes del software, para corregir cualquier vulnerabilidad o problema de configuración conocido.
- Identificación y remediación proactiva de posibles debilidades de seguridad dentro de los sistemas de software, también a través de pruebas de penetración, revisiones de código y evaluaciones de seguridad periódicas.