Mientras las organizaciones de países desarrollados piensan continuamente en innovación y en los futuros escenarios de la transformación digital, tales como la modernización de infraestructuras digitales, la formación de líderes altamente especializados, la creación de nuevos productos y servicios, la implementación de una mayor automatización de procesos para mejorar la eficiencia, entre otros, que les permitan ser más competitivas[1], en América Latina aún nos preguntamos si estamos listos para dar el salto a la digitalización.
Esta pregunta ha sido la preocupación de organizaciones tanto públicas como privadas desde hace algunos años, especialmente en un escenario de cambios tecnológicos radicales, resultado de la pandemia de COVID-19.
Tan solo en 2022 los usuarios de Internet alcanzaron 4 901 millones de personas (aproximadamente un 60 % de la población mundial)[2], de los cuales 244 millones son latinoamericanos (3 % de la población mundial)[3].
En la actualidad, las previsiones apuntan a que este crecimiento continuará (se prevé que en 2030 habrá 25 400 millones de dispositivos a nivel mundial) y esto nos llevará hacia un mundo cada vez más conectado[4].
Pero volvamos a nuestra pregunta inicial: ¿América Latina está preparada para la digitalización? Diversos reportes dicen que sí. De acuerdo con Statista[5], países como Brasil, Chile y México serían los más preparados para las tecnologías de vanguardia, con un nível de preparación medio, de acuerdo a los estándares internacionales. Ya el IDC[6] ha calificado como “emocionante” el futuro de las industrias latinoamericanas.
Sin embargo, también las organizaciones internacionales han señalado que estar medianamente preparado no es suficiente.
La adopción de tecnologías como el 5G, el internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial, la realidad aumentada, así como la implementación de infraestructura tecnológica en las industrias que impulse la automatización del trabajo o facilite el trabajo remoto, son los actuales desafíos en la región, principalmente para las empresas con un tímido proceso de transformación digital.
Es por ello que la implementación de enfoques como edge computing son cada vez más necesarios en la región. Veamos por qué en las siguientes secciones.
Desafíos tecnológicos
Cuando hablamos de retos tecnológicos en la región latinoamericana sabemos que son muchos, pues mientras algunos países presentan un mayor desarrollo, otros luchan por no quedarse atrás.
A todo ello se suman factores como la escasez de personal altamente calificado en informática, la discontinuidad de la cadena de suministro, problemas relacionados a la ciberseguridad y la mejora de la conectividad, que representan las principales preocupaciones de las organizaciones[7]:
- Escasez de talento de TI: esta tendencia es mundial, pero en América Latina implica un desafío aún mayor en comparación con los países desarrollados. De acuerdo con PageGroup, habrá un déficit de 48 % de mano de obra digital calificada para satisfacer las demandas tecnológicas de la región a finales de 2022. Este problema se ha intensificado ya que los profesionales de TI encuentran más atractivas las ofertas de trabajo en el exterior que en sus propios países[8].
- Garantizar la cadena de suministro: esta se vio afectada por la pandemia de COVID-19, ya que muchas empresas enfrentaron retrasos en la cadena de suministro durante esta crisis y dificultades para crear rápidamente nuevos canales de ventas para compensar las necesidades de los consumidores tras el distanciamiento social[9]. Esto exigió que las empresas comprendan que deben caminar hacia la innovación digital a fin de brindar productos y servicios de manera rápida, mientras garantizan experiencias de cliente óptimas.
- Problemas relacionados a la ciberseguridad: es una preocupación para las organizaciones latinoamericanas, ya que las prácticas como el trabajo remoto o el crecimiento del e-commerce han traído como necesidad que aplicaciones e infraestructura crítica estén protegidos, ya que equipos y usuarios están cada vez más vulnerables a amenazas. Además, esto genera grandes costos para los negocios. De acuerdo con Cisco[10], las organizaciones han reportado pérdidas de hasta 20 % en sus oportunidades de negocio y de consumidores debido a esta problemática.
- Mejorar la conectividad: nadie quiere perder conectividad cuando está trabajando o adquiriendo un producto o servicio. La realidad es que una mala conexión puede significar la pérdida de negocios o de lealtad de los clientes[11]. Tan solo en América Latina, se estima que la tasa de abandono durante una compra en línea puede llegar incluso a un 75,3 % como consecuencia de una mala experiencia de usuario.
La búsqueda por mitigar los desafíos antes mencionados ha hecho que empresas de todos los sectores adopten tecnologías computacionales modernas como la edge computing, ya que les permiten simplificar, gestionar y controlar negocios independientemente de su ubicación, mejorar la seguridad, automatizar procesos y obtener métricas en tiempo real sobre el comportamiento de los usuarios de sus sitios web, entre otros beneficios.
La expansión de Cloud y Edge Computing en la región
Tanto la cloud computing como la edge computing son enfoques de infraestructura computacional para el desarrollo de software que las empresas latinoamericanas están utilizando para impulsar sus negocios actualmente.
Hoy en día son miles de empresas de diversos segmentos que utilizan la cloud para automatizar y mejorar sus procesos y operaciones, a través de soluciones que ofrecen seguridad, flexibilidad, movilidad a través de modelos como Paas (Platform as a Service, plataforma como servicio), SaaS (Software as a Service, software como servicio) e IaaS (Infraestructure as a Service, infraestructura como servicio), ofrecidos por un proveedor.
La cloud es básicamente un ambiente que ha permitido desarrollar los negocios más rápidamente en los últimos años.
Actualmente, más del 80 % de las empresas latinoamericanas ya han implementado sus aplicaciones en la cloud[12] y se estima que su adopción crecerá hasta en un 30,4 % para 2023[13].
Por otro lado, edge computing, como un paradigma computacional, considerado relativamente nuevo, se ha ido posicionando en la región rápidamente.
Diversos proveedores de edge computing ofrecen plataformas full-stack, es decir, brindan soluciones integrales que incluyen más velocidad, más seguridad y mejor control del tráfico debido a la naturaleza en que su infraestructura está concebida, ya que los edge nodes (servidores de edge) se encuentran distribuidos en todo el mundo y más cerca de los usuarios, en comparación con soluciones centralizadas como los data centers o la cloud.
Tener los recursos computacionales en el edge permite reducir la latencia, garantizar la seguridad a través de enfoques modernos como zero-trust y brindar soluciones de observabilidad para conocer el comportamiento de los usuarios en tiempo real.
Además, el edge puede ampliar las funcionalidades o la eficacia de la cloud. Y en algunos casos, reemplazar completamente la nube. Y a comparación de cloud maneja costos más accesibles.
Así, la cloud ha sido la solución más utilizada por las empresas en los últimos años, pero edge computing se posiciona cada vez más como una evolución a esta tecnología. De acuerdo con IDC[14], en América Latina el edge presenta un rápido crecimiento hacia 2023. Y según Gartner[15], el 75 % de los datos mundiales serán procesados en el edge en 2025.
¿Por qué implementar Edge Computing en América Latina?
La respuesta es simple: acercar el procesamiento, los datos y las aplicaciones a los usuarios finales para mejorar la latencia, reducir costos y hacer que las interacciones digitales garanticen la mejor experiencia de usuario.
Además, las consultoras de tecnología más importantes del mundo pronostican que el edge seguirá expandiéndose y, por lo tanto, las organizaciones latinoamericanas deberían tomarse en serio su implementación, ya que esto les permitirá seguir la tendencia global que posibilita mejorar:
Desempeño: proporciona un suministro de datos más rápido que otras soluciones y permite construir aplicaciones web capaces de gestionar grandes demandas de acceso con un alto desempeño.
Seguridad: protege las aplicaciones de numerosos peligros, desde amenazas OWASP Top 10 hasta ataques complejos de día cero, además de brindar protección permanente contra ataques DDoS.
Escalabilidad: en fechas de alta demanda de tráfico como Black Friday o Navidad, acelera y garantiza el suministro de datos con la capacidad y escalabilidad de la edge network.
Costos: el procesamiento de datos cerca de donde se producen y consumen evita los altos costos de transmisión de datos a una ubicación central. Además, la naturaleza distribuida del edge elimina la necesidad de escalar recursos en el backend, lo que proporciona una rentabilidad adicional.
El edge es una realidad. Con el enfoque adecuado, la modernización digital en América Latina es posible. Si quieres saber sobre cómo el edge puede ayudar a los negocios, habla con uno de nuestros expertos y lleva la tecnología a otro nivel.
Referencias:
[1] Deloitte
[2] Statista
[3] SELA
[5] Statista
[6] IDC
[7] Statista
[8] UOL
[9] IDC
[10] Cisco
[11] Cisco
[12] Data Center Dynamics
[13] IDC
[14] IDC
[15] Gartner